sábado, 6 de junio de 2009

Dame un limón

“Al cielo se va por la puerta de servicio”, me dijo una vez un sacerdote. Desde ese día, cada vez que en un plano tuve que dibujar una “puerta de servicio”, me vi sorprendido por una especie de sacro respeto. Como si fuera el único poseedor del secreto de la inmortalidad. No los batientes lujosos que introducen en un marmóreo hall, sino esas escuetas puertas por las que se embocan pasillos tapizados de azulejos. Ese es el camino seguro al paraíso.

El servicio es el destino de los que están llamados a brillar a la sombra de otros. La soledad los perjudica. Es en función de los demás que adquieren sentido. Poniendo en relieve las virtudes de quienes lo acompañan. El destino del limón esta prendado de salvación.


Sea para regar las espesa aridez de las frituras, el jugo es la bendición de una argentina milanesa o de una fiesta de rabas. Exprimido con fuerza después de ser asegurado con los dientes apretados de un tenedor. O bien en la rodaja elegante que muerde el fino cristal que encierra un gin-tonic. En la cáscara derrapada que reemplaza la aceituna de un Martini, o “clarito”, como se lo conoce en nuestros amables copetines porteños. También en la lubricación que hace más digerible la proverbial sequedad de la pechuga. O en el gajo que, metáfora de una luna menguante, apaga el fuego de un tequila asesino. Lo imagino sereno, decorando el té puntual de una señora inglesa, que en pequeños sorbos añora su patria desde una lejana colonia. O aristocrático “lemon-pie” que se destaca en el borde de una mesa, ante tanta repostería bañada con patriótico dulce de leche. El limón es ingrediente por naturaleza.

Hay quienes no se pueden abordar solos. Un carácter demasiado fuerte los domina y se vuelven irascibles. El encuentro desnudo con un limón arrancará seguro lágrimas. Solo se acepta su presencia suavizados, diluidos en un mar de agua que los convierta en limonada. Antiguo aliado contra las más fervientes sedes, en meriendas anteriores a la invasión de las gaseosas burbujeantes de marketing. Limonadas prístinas que apagaban la portuguesa ansia que sostenía al atribulado Pereira.



Nacido en la lejana Asia, fue conocido tarde en Europa. A ella lo trajeron como estandarte los árabes y llenaron España con su perfume de flores de azahares blancos. Gladiador contra violentos resfríos, es benéfico componente de remedios saludables y portador de vitaminas invencibles. Fue cicatrizante en la Edad Media de las heridas del cuerpo, rasgado por filosas espadas de Toledo. Su agria consistencia es fatal a las toxinas.

Yo le tengo especial bronca a la versión enana que viene de Brasil, que se da aires de una vida exótica, húmeda de “caipirinhas”. Me gustan los que son bien amarillos de forma ovalada con las puntas turgentes. Cortarlo en melancólicos gajos o en circulares rodajas, e invitarlo luego a mejorar el mundo. Quisiera tener su espíritu servicial, ser ladero de las cosas, para que estas se presenten más sabrosas. También poder recurrir a sus servicios cuando me aqueja el tedio. Y pedirle a la vida que me de un limón, para rociar sobre la realidad, si esta se volviera insípida a mis ojos.

15 comentarios:

El Cochinillo exquisito. dijo...

"este infierno pide hoy, dame un limón"
(y que ni se te ocurra un canape).-

Exquisitos saludos opi.
Made in "Divididos" la cita anteriror, pero no como aparece en la canción...

Angie Angelina dijo...

los 3 primeros parrafos me hicieron acordar a la pelicula Gosford park, seguramente la viste.
Saludos
Ang Ang

La herida de Paris dijo...

Cochinillo, siempre un gusto encontrarte, y claro, Divididos inspira siempre.
Abrazo.
Ang, no vi Gosford park, pero anoto para alquilar, si algún dia puedo parar con el cine oriental.
Saludos

Angie Angelina dijo...

jaja yo ahora estoy con la literatura oriental, te agarra y no te deja salir; empecé con Casada con Buda (un best seller), Kawabata (lo bello y lo triste) y estoy con Kenzaburo Oé.
Me parece que te gustaría Gosford Park; es del estilo Merchant- Ivory (no me acuerdo si es de ellos).
Buen comienzo de semana
Angie.

Mari Pops dijo...

hermoso texto!!!
el limon nunca pasa desapercibido y se me merece la gran puerta

mi abuela nos fregaba las manos con aceite limon y azucar. Pruebe

y yo hago una ensalada que ademas de lo verde lleva hinojo limos y aceite de oliva. Pruebe

... pero el limon no es tampoco para cualquiera.

La herida de Paris dijo...

Mary, probaremos. Te paso un nuevo uso:
Había una amiga de mi suegra, que le ponía limón en el pelo a mi hija mayor cuando era chiquita, para que conservara el rubio.
Resultado relativo, pero no deja de ser poético.
Saludos.

Cate dijo...

Estaba a punto de comentar lo mismo del limón de Mirta Mirti en el pelo de Elu! Me ganaste de mano. Qué asco, pobre, nunca le hizo efecto y terminaba con el pelo todo pegoteado. Ja!
Igual se me ocurre otra utilidad: mamá los guarda YA USADOS para limpiar las hornallas. Hasta cuando no les queda más jugo, sirven para algo..

María dijo...

Es que el limón es lo más! por suerte existen los "spaghetti al limone", si no tendría que suspender la pasta de nuestro menú si quiero acontentar a todos... El lemon pie es otra de mis debilidades, lo hago para todos los cumpleaños y como en casa a nadie le gusta, me lo termino comiendo a lo largo de la semana, en los desayunos. Y qué decir de mi último invento, el "jugolim"?

Estrella dijo...

Nunca me imaginé que leeria con tanto gusto un texto sobre ¡el limón!
Pero acá estoy, pensándolo, como agria contrafigura del dulce de leche patrio, ¡sí!

Confieso mi predilección por todos los postres que tengan naranja pero el limón tiene lo suyo. Como dice María, nada más agradable que encontrar a la mañana un resto de lemon pie que sobrevivió misteriosamente del cumpleaños del día anterior.

Una buena receta, se hace en dos minutos y ahí está: postre asegurado.
Dos latas (sí, dos) de leche condensada, más un pote de crema batida (un poco, no tanto) y el jugo de cuatro limones. A la heladera. Se sirve bien frío con merengues partidos abajo (o arriba).

¿Qué es el jugolim, María?

María dijo...

Estrella, en realidad el "jugolim" no es nada del otro mundo: Tang de limón, con un toque de Minerva y mucho hielo. No me acuerdo si uno de los chicos o una amiga de Cate, que se hizo fanática, lo bautizó así y quedó.
Buena receta la del postre de limón, especialmente para sacarnos de apuro esos días que tenemos poco tiempo y no queremos ensuciar toda la cocina!
En el verano hago otro postre con merengues que es: crema chantilly a la que se le agregan frutillas y merengues partidos, todo mezclado. En casa tiene un éxito bárbaro, así que hay que preparar mucha crema para que rinda.
Y una amiga me pasó una parecida, pero con un pote de dulce de leche mezclado con chocolate derretido y los merengues partidos, por arriba crema chantilly y a engordar tranquilas!!

La herida de Paris dijo...

Y pensar que quise hacer una reflexión metafísica . Quise ser Platón y termine siendo Choli Berreteaga.
De todos modos se agradecen y se disfrutan los aportes, sobre todo cuando llegue la hora de los postres
Saludos.

María dijo...

Pero, ¿cómo? y tu: "Yo NUNCA como postre..." ¿dónde quedó?
Me parece que para que no te persiga más esa frase la tendrías que cambiar por otra menos terminante (y más verdadera, jajaja!)
Besos.

La herida de Paris dijo...

Yo NUNCA como postre (salvo cuando como), pero disfruto viéndolos a ustedes, siempre.

Estrella dijo...

María, ÉSE es nuestro postre preferido: merengues, frutillas, cremas y un buen dulce de leche. Qué rico! ¿Chocolate también?

El merengue es rico también con helado.

Y lo del jugo suena muy fresco, para los días de calor.

El "Dame un limón" se convirtió en un capítulo de Choli, opi, tenés razón.

La condesa sangrienta dijo...

Opi: un texto precioso que reivindica y recuerda el sentido de la puerta de servicio, el camino angosto y la acidez del limón.
Y los dibujos, bellísimos, como siempre. Un post redondo, redondo.
Beso grande.

Chicas (María y Estrella)me llevo sus postres, ricos, fáciles, rápidos y abundantes para familias idem.
Además no hay peligro de que se quemen pero hoy ¡hice torta de ricota y salió indemne!
beso para cada una